El canto de la tripulación

“Si no hay viento, habrá que remar”- con esta frase, que le daba nombre al cuarto número de El canto de la Tripulación, se puede definir el espíritu de una revista que se convirtió en un sueño y en una forma de vida.

Una treintena de amigos, tripulados por Alberto García-Alix, pusieron en marcha 10 números de esta singular publicación, entre los años 1989 y 1997. No se vendía en quioscos, no tenía una periodicidad definida, no seguía cánones ni respetaba las pautas de un libro de estilo.

Sin embargo comprimía en sus páginas toda la libertad de una época, la fuerza de unas fotografías que miraban a los ojos y la sencillez de unas historias que no se podían encontrar en ninguna otra parte. El canto de la tripulación se convirtió en una revista de culto.

Estos números albergaron muchas de las pasiones y obsesiones del fotógrafo García- Alix como son las mujeres, las motos, los tatuajes, el anarquismo o la muerte y dedicaron números a algunos literatos como Cesare Pavese o Ramón Gómez de la Serna. Uno de sus objetivos fue crear el “Pura Vida Racing Team”, para participar (y ganar) con una Ducati en el Campeonato de España de Superbikes.

El Canto de la Tripulación organizaba suculentas fiestas para financiar el déficit que suponía dar vida a una invención literaria, poética, fotográfica, pictórica... Y es que en sus páginas había ventanas abiertas para cualquiera que se quisiera asomar.

Aunque muchos de los tripulantes quedaron en el camino, estos números siguen siendo hoy en día el reflejo de una época de cambio, unos días de libertad y descubrimientos que permanecen en sus páginas, invulnerables al olvido e incluso a la mala memoria.


Visto aquí.